(1) LOS CONTADORES Y LOS SISTEMAS DE CONTABILIDAD

PROLOGO

Esta publicación será una serie de capítulos cortos para no aburrir al lector y voy a tratar de usar un lenguaje simple para facilitar su lectura, ya que está orientado a aquellas personas que sin tener conocimientos avanzados de computación se ven enfrentados a decisiones de compra de sistemas computacionales de contabilidad y evaluación de factores de valor .

El objeto es efectuar un análisis profundo de las características que, en mi opinión, deben reunir los sistemas de contabilidad para ser realmente útiles para la todos los interesados en la información financiera presentada por las empresas. Esto incluye a los propietarios, los administradores, los clientes, los proveedores, y los inversionistas

Para el autor es muy importante conocer la opinión de los lectores respecto de la utilidad y claridad de lo expuesto, mediante comentarios que pueden dejar en este mismo blog.

1) LOS CONTADORES Y LOS SISTEMAS DE CONTABILIDAD

La mayoría de los empresarios pequeños sólo espera de su contador que prepare las declaraciones de renta y de IVA de modo que les signifique pagar el mínimo de impuesto. La consecuencia de lo anterior es una disminución profesional en el contador que comienza a ver la contabilidad como un medio para declarar impuestos y no la percibe como un sistema de información.

Aquí se produce un circulo vicioso:

El empresario no pide más información porque no le interesa o porque piensa que el contador no está capacitado para entregarla (entiéndase ésto como la capacidad de generar información, no como capacidad personal o profesional).

El contador no mejora su capacidad porque piensa que al empresario no le interesa y no se da el tiempo de probar su receptividad a una información financiera completa. En consecuencia, se conforma con sistemas computacionales precarios que muchas veces entregan balances decuadrados o informes inconsistentes, en lugar de optar por un sistema computacional robusto que le permita generar estados financieros completos y así agregar valor a su trabajo. En esta actitud prevalece la creencia equivocada de que un buen sistema de contabilidad necesariamente debe ser caro de comprar, de implementar, de explotar y de mantener. Esta creencia es como los mitos, todo el mundo lo cree y lo dice, pero nadie se toma la molestia de averiguar si es cierto.

Pero las empresas se desenvuelve en un medio ambiente variable porque cambian las condiciones de la economía, les aparece competencia que merma sus ventas o se ven enfrentadas a cambios tecnológicos o simplemente porque crecen, y a medida que esto ocurre se va acentuando la necesidad de mejorar la información disponible para la gestión y si el contador no es capaz de satisfacer esa necesidad inevitablemente se verá desplazado.

Aquí surge el primer requisito : la necesidad de que los sistemas computacionales de contabilidad sean capaces de crecer agregando funcionalidades para que el paso de un nivel a otro superior aproveche los datos acumulados y los conocimientos adquiridos para su explotación.